Los pasados 26 y 27 de mayo tuvo lugar la “Escuela de Verano” del Programa Campus MDAD: liderazgo para el cambio educativo en la universidad. Con el encuentro se culminaba la formación iniciada en julio de 2021 y que, en su edición piloto, ha constado de 150 horas. Las doce personas participantes han profundizado en los distintos aspectos del MDAD, atendiendo a los principios básicos del enfoque académico de la enseñanza universitaria SoLT (Scholarship of Learning and Teaching).

El Campus MDAD es la segunda fase del proyecto de innovación del mismo nombre financiado por REDU y que tiene como IP a Idoia Fernández (UPV/EHU). Junto a ella, Amparo Fernández (UPV), Javier Paricio (UNIZAR), Ana G. Olalla (Deusto) y Eloïna García (UPV) completan el equipo investigador y formador. Han culminado el proceso siete de las universidades que en su día se comprometieron a formar parte del pilotaje: Universidad de Deusto, Universidad del País Vasco/Euskla Herriko Unibertsitatea, Universitat Politècnica de València, Universidade da Coruña, Universitat RovIra i Virgili, Universitat Politècnica de Catalunya y Universitat de Vic-Universitat Central de Catalunya.
El Campus MDAD consta de cuatro módulos. En los dos primeros (Conceptos umbral y Autoregulación del aprendizaje por parte de las y los estudiantes), las y los participantes han analizado sus propias prácticas docentes, transitando del conocimiento tácito, basado en la experiencia, al conocimiento informado por la literatura científica. En los módulos posteriores se ha dado inicio a comunidades académicas de práctica a través del peer review o revisión entre pares y se ha profundizado en temáticas de liderazgo educativo. Se han definido y diseñado el “Reto SoLT 2027” de cada universidad, atendiendo a niveles organizativos micro (docencia en aula) y/o meso (desarrolladores educativos y unidades de formación del profesorado). Todos los retos se han alineado con las directrices y normativas internacionales de calidad, así como con los últimos avances en la investigación científica.
La Escuela de Verano ha sido el escenario de dos intensos días de intercambio y debate de los ocho proyectos presentados que constituyen una hoja de ruta realista y escalable para desarrollar procesos de cambio en nuestros contextos. Con todo ello, y con la mirada puesta ya en la implementación de los distintos diseños elaborados, podemos afirmar que hay semillas para la transformación educativa en nuestras universidades.
Agradecer por último, y de manera especial, la cálida acogida y organización por parte del CUFIE en el singular paraje del Pazo de Bastiagueiro de la Universidade da Coruña.
Antoni Portell i Llorca, Universitat de Vic-UCC